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2- Redacció

Eran las cinco de la madrugada. La luna resplandeciente agonizaba inspirando su último aliento, mientras el sol avisaba conciliadoramente su inminente regreso. El amado astro no tardaría en hacer su aparición, y una vez se hubiera dado a conocer, acuchillaría a la bella Artemisa con sus flagrantes labios. Cada noche aquella escena se repetía; el soberbio dios Sol desaparecía, huyendo de su amada y a la vez embaucada Reina Luna, dejándola desdichada, abandonada a la merced del destino. Más tarde, mientras Artemisa lloraba desconsoladamente, el varonil astro reaparecía embriagado de una profunda satisfacción. Entonces aquel candente amante posaba sus labios encima de los de la desconsolada diosa, salvándola y guariéndola de aquella enfermiza obsesión. Acto seguido, ella fallecía entre los brazos de su rey…
Carlos descansaba en su cama. Ajeno a los sucesos que manchaban la ciudad de oscuras historias, ajeno a la voluntad del destino, ajeno a la autodestructiva Artemisa. Su subconsciente deambulaba entre la realidad y la ficción, tanteando la posibilidad de poder mezclar sus felices sueños con su triste realidad. La mañana iba a reemplazar a la noche, buscando la verdad por toda la ciudad, iluminando la realidad y separándola de la misteriosa penumbra. De repente alguien llamó a la puerta. Carlos se despertó perturbado por el ruido del timbre, aun confundido por el inverosímil sueño se levantó de la cama y se dirigió hacia la puerta. Con su diestra Iba palpando las paredes para no caerse, mientras que con su siniestra se frotaba los ojos deshaciéndose del cansancio. Antes de que llegara a abrir la puerta, su visitante volvió a llamar con más insistencia.
- Inspector Jiménez, abra la puerta, es urgente podría estar en peligro- gritó una voz infectada de miedo y estrés.
Carlos abrió la puerta con monotonía, ignorando la gravedad de la situación. Muntane le esperaba al otro lado. Curiosamente, el ayudante del inspector no llevaba puesto ni el traje ni la corbata. Además, parecía ser que había olvidado su placa distintiva. Sus cansados ojos le daban un aire triste y desolado, la desesperación hacia mella en sus parpados, jugando con su aspecto y privándole de visión en múltiples ocasiones.
- Inspector, tengo malas noticias, tengo muy malas noticias. Tenemos que irnos de aquí- balbuceó Muntané, transfigurando sus propias palabras.
El inalterable Carlos se apoyó en el respaldo de la puerta, mientras bostezaba mostrando su clara indiferencia.
- Intenta calmarte Armando. ¿Quieres explicarme que ha sucedido?- razonó el inspector con cierta exigencia.
Armando Muntané se encogió compungido por la voz de su superior. Un momento después miró a lado y lado y negó con la cabeza.
- No tenemos tiempo, debemos salir de aquí- gritó Muntané ahora aun más alterado.
- Armando, no me voy a mover de aquí hasta que no me expliques que está sucediendo.
- ¿Se acuerda de lo que me pidió?- preguntó Armando Muntané con rapidez e impaciencia.
- ¿A qué te refieres? Te pido tantísimas cosas, eres mi ayudante, es normal que te encargue cosas- protestó Carlos con cierto enfado.
- Me pidió que siguiera a Andrey Ivanovic, ¿recuerda?- preguntó tintando sus palabras con cierta alteración.
- Si, me acuerdo. ¿Qué ha sucedido?- se interesó el inspector Jiménez- ¿Tienes algo sobre él?
Muntané abajo la cabeza con disgusto, mientras que con la cabeza negaba de nuevo.
- ¿Que sucede?- inquirió con frialdad el inspector de la jefatura de policía.
Muntané levantó la cabeza, mostrando sus ojos infestados de miedo, horror y pánico.
- ¿Ha mirado las noticias? ¿Sabe usted lo que ha sucedido?
- No he tenido ocasión- informó Carlos, ahora con cierta preocupación palpable en sus labios- ¿Qué ha ocurrido?
- Un atentado terrorista, en el hotel Juan Carlos I. De momento, tenemos más de setenta muertos, ciento veinte heridos, y un desparecido- susurró Muntané, con tristeza y horror al recordar aquellas imágenes- Ese mismo desaparecido es Andrey Ivanovic. Nuestro hombre.
Las campanas de la catedral retumbaron por toda Barcelona, gimiendo de ira y dolor, bramando consignas de guerra, condenando la sangre derramada aquella misma noche. Eran las seis de la mañana, una hora menos en los sueños de Carlos.

3- 2 AUTORS
Sir Arthur Conan Doyle va néixer el 22 de maig de 1859 a Edimburg. Va realitzar els seus estudis a les universitats de Stonyhurst i d'Edimburg. De 1882-1890 va exercir la medicina a Southsea (Anglaterra). El primer dels 68 relats en què apareix Sherlock Holmes, "Estudi en Escarlata" es va publicar el 1887. Es va convertir en l'immortal de la novel la policíaca, li va ser tan bé econòmicament que en cinc anys va deixar la professió de medicina per dedicar-se a escriure. Va morir el 7 de juliol de 1930 a Crowborough (Sussex). Tots els seus personatges van ser brillants, des de la creació del seu Sherlock Holmes, fins als personatges que l'acompanyen: el seu amic bondadós i maldestre, el doctor Watson, que és el narrador dels contes, i el archicriminal professor Moriarty. L'autor va basar les seves creacions en un professor que va conèixer a la universitat amb enginyosa habilitat per al raonament deductiu. És evident la seva atracció per metafísic quan va escriure "El gran experiment del Dr Keintplantz" un relat una mica còmic on l'experiment del Dr consistia a demostrar que l'esperit sortia del cos, i en una demostració davant la comunitat científica, que l'envoltava intercanviar per accident seu esperit amb el del nòvio de la seva filla, jove donat a l'alcohol i el ball, i ell, un ancià dedicat només a l'estudi i catedràtic de la universitat. És divertit seguir el desenvolupament del relat quan el Dr Keintplantz arriba a casa amb el cos del nòvio de la seva filla, però no ho sap i el jove es va a divertir amb el cos del Doctor sense saber-ho tampoc i s'emborratxa al bar .

Raymond Thornton Chandler encara que fos nord-americà, després del divorci dels seus pares va ser portat a Anglaterra, on va rebre una sòlida formació literària. Va estudiar al Dulwich College de Londres (1900-2005) a clàssics i moderns. També va viatjar a França i Alemanya (1905-1907) i es va nacionalitzar britànic el 1907. Va ser soldat en els Gordon Highlander de Canadà, empleat de banc, periodista, executiu d'una empresa de petrolis, d'on va ser acomiadat per assetjar les secretàries, i va intentar suïcidar-se. Va treballar com a reporter per al London Daily Express i per a la Bristol Western Gazette (1908-1912). Publicar 27 poemes i el seu primer relat The Rose Leaf Romance abans de tornar als Estats Units. Va participar en la Primera Guerra Mundial i va tornar a Califòrnia, on viuria ja la resta de la seva vida. En morir la seva mare el 1924, es va casar amb Pearl Cecily Bowen (Cissy), divuit anys més gran que ell, i el matrimoni va durar gairebé trenta anys, fins la mort d'ella el 1954, encara que no va tenir fills. El 1933, als 45 anys, es va dedicar-se completament a escriure. No va ser un escriptor ràpid, i el seu estil és molt acurat i laboriós, freqüent en característics trets d'enginy càustic que van donar a la novel.la negra una dignitat literària desconeguda fins aleshores. El seu primer conte va ser Blackmailers Your say Shoot, per a la revista Black Mask, un pulp dedicat als relats d'acció; des d'aleshores no va abandonar el gènere.